En el proceso de transformación social que vivimos, el coaching, mucho más que una disciplina en auge aparece como una necesidad para hacer las cosas mejor, para la excelencia personal y social. La formación en coaching permite adquirir aquellas competencias y habilidades técnicas específicas mediante las cuales el coach (entrenador) ayuda al coachee (persona implicada en dicho proceso) a desarrollar su potencial mediante un método sistemático y estructurado. Este método se basa en el diálogo entre coach y coachee, y su objetivo final es alcanzar una mejora de las capacidades socio personales del coachee usando los recursos y habilidades que él mismo posee, pero que no han sido suficientemente potenciados.
De entre las diferentes aplicaciones de la metodología y herramientas del coaching destaca su uso en el ámbito escolar. Las diversas circunstancias que está atravesando la institución así como las nuevas funciones a las que se enfrentan los profesores y alumnos requieren la utilización de nuevas ideas y soluciones que permitan mejorar el rendimiento escolar orientando a sus protagonistas hacia la consecución de sus objetivos y retos personales y educativos.